A veces es preferible callarse

Jajam Salomón Michan 
 
El Gaón Rab David Povarsky clamaba en la Yeshibá de Ponovitch.

—¡Lo primero que tenemos que hacer es hablar como corresponde! Lamentablemente las personas se pasan la vida hablando sin pensar siquiera que es lo que dicen; las palabras salen de sus bocas casi sin siquiera pedir permiso.

 
No puede ser así, ya que en numerosas oportunidades, luego de haber dicho algo, nos arrepentimos y ya no es tan fácil desdecirnos. por eso es fundamental pensar antes de hablar. 
 
Luego Rab Povarsky contó que recordaba al Mashguíaj Rabenu Yerujam en la Yeshibá de Mir, parado frente a todo el alumnado y, luego de hablar cinco minutos, bajó y dijo que no podía seguir hablando. Seguramente sintió que las palabras que pronunciaría no estaban preparadas y saldrían de su boca sin elaboración previa; por eso prefirió callar.
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