Escribió el Kaf Hajaim: “Cuando la persona quiera ayunar, es mejor que lo haga en no hablar, en vez de no comer, ya que con el ayuno de no hablar no enfermará y no se debilitará”.
Él Gaón de Vilna escribió en su carta: “La persona debe sacrificarse a sí misma, pero no con ayunos o físicamente, sino en quedarse callada y no desear mucho”.
Hablar y callar
El Rab de Ponovitch en una ocasión ingresó a una junta en la cual estaban hablando en inglés y el Rab no conocía el idioma.
Al final, le preguntaron:
—Rab, ¿para qué entró, si usted no habla inglés?
Les contestó:
—La mitad del idioma lo conozco. Saber quedarme callado también lo sé en inglés.